Porque la deuda externa es ilegítima y inmoral, y cierto tipo de ayudas gubernamentales en el Sur, no sólo no están creando un mundo más justo y equitativo, sino que están incrementando los impactos indeseables en los pueblos del Sur y están aumentando la diferencia entre estos y las oligarquías de sus países y las del Norte.
En los años 70, debido al aumento del precio del petróleo, los países exportadores incrementan sus reservas de divisas que ingresan en los bancos internacionales, los cuales se llenan de dinero. Los bancos ofrecen estos excedentes monetarios al Sur a bajo interés, con la excusa de promocionar su desarrollo, cuando en realidad lo único que pretenden es favorecer el movimiento de capitales para sacar un rédito. La prueba de esto es que se da crédito a dictaduras y/o gobiernos altamente corruptos sin ningún tipo de problema –inicio de la deuda privada.
Por otro lado, durante aquellos años en los países del Norte se produce una fuerte crisis industrial precisamente provocada por el elevado aumento del petróleo. Este hecho dificulta su mercado interno por el aumento del paro y la recesión económica. Entonces, los estados industrializados ofrecen créditos al Sur para promocionar la venda de bienes y servicios de sus empresas, con la excusa de mejorar el poder adquisitivo del Sur. Estos créditos se darán, por tanto, condicionados a la compra de productos o servicios de los países ricos, tampoco sin ningún miramiento sobre dónde se destinan. Este hecho provoca que, por ejemplo, al Estado español se den muchos créditos para la venda de material militar a dictaduras –inicio de la deuda bilateral.
Paralelamente, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional aumentan considerablemente los créditos al Sur para favorecer su modernización y la entrada al mercado mundial. Estos créditos tampoco no se dan con ninguna garantía de que el dinero no violará garantías de los derechos más fundamentales de las poblaciones donde supuestamente deben destinarse –inicio de la deuda multilateral.
Dos factores favorecerían que este endeudamiento poco después pasara a ser insostenible para los gobiernos del Sur y los pusiera en la situación que todavía hoy arrastran. Por un lado, el aumento unilateral desde el Norte de los tipos de interés (se trataba de créditos a interés variable) y, por otro lado, la caída espectacular de los precios de las materias primas y de los productos agrícolas (primera fuente de ingresos por exportación de estos países) –inicio de una deuda externa permanente y a la práctica impagable.
La deuda
Una deuda puede ser privada (contraída por una persona física o una organización jurídica, ya sea una empresa o una entidad financiera) o pública (contraída por una administración pública de ámbito municipal, regional o estatal). Hay que considerar que dado que la administración gestiona el dinero de la ciudadanía, las deudas públicas también recaen sobre esta.
La deuda puede ser interna (quien la contrae lo hace con bancos o acreedores del propio país) o externa (contraída con bancos o acreedores de fuera el país).
La deuda pública externa se puede haber contraído con instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (deuda multilateral), con otras administraciones públicas (deuda bilateral) o con la banca privada u otros actores privados: fondos de inversiones, fondos de pensiones, seguros, bancos y ahorradores (deuda privada).
Las administraciones públicas del Norte, su banca y las empresas sólo consideran como deudas reconocidas las deudas financieras. Los movimientos sociales y algunos gobiernos de los países empobrecidos defienden que hay otros tipos de deuda que se obvian y no son reconocidos ni por el Norte ni por las oligarquías del Sur (en connivencia con las del Norte). Estos tipos de deuda los tendrían las administraciones y empresas del Norte hacia el Sur. Pueden ser deudas ecológicas (contraídas por la contaminación de empresas y negocios del Norte en estos países, la expoliación de recursos naturales, etc.), deudas sociales (contraídas por la precarización laboral, el desplazamiento forzado de pueblos, etc.) y deudas históricas (contraídas por el impacto de colonizaciones culturales, políticas y económicas previas).
Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD)
La ayuda oficial al desarrollo agrupa los recursos económicos, materiales y los servicios que una administración pública dedica para favorecer el desarrollo social y económico de los países empobrecidos.
La ayuda puede ser en forma de crédito blando (a bajo interés o con períodos de retorno largos) o de donación.
La ayuda puede ser condicionada (por ejemplo, para desarrollar cierto tipo de programas definidos por la administración otorgante o para contratar empresas que quieren abrir nuevos mercados del país que la ofrece), o libre (sin ningún tipo de condicionalidad).
Los benefactores de la ayuda pueden ser organizaciones del Sur (administración, empresas o entidades civiles) o del Norte (organizaciones no gubernamentales o empresas) con el compromiso de intervenir en aquellos países.
...sobre la deuda
Contraer una deuda puede facilitar que un país realice programas necesarios y socialmente útiles, a pesar de no disponer de dinero.
...pero en la práctica
La deuda externa de los países del Sur puede haber sido una solución coyuntural, pero ha terminado siendo un problema estructural que se sigue arrastrando y que está obligando a gobernar para intentar pagar la deuda más que no para la población. Esto ha sido así por diferentes motivos:
Además, en muchas ocasiones las deudas son inmorales o ilegítimas porque:
... sobre la ayuda oficial al desarrollo
La ayuda que el Sur recibe del Norte puede disminuir las diferencias, fomentar la solidaridad mutua y hacer un mundo más justo y equitativo.
...pero en la práctica
La ayuda a menudo ha ido acompañada de la obligatoriedad de contratar empresas del país que concede la ayuda, que en realidad lo que quieren es abrirse a nuevos mercados. Así, cuando estas se instalan en el Sur (con concesiones de telefonía, electricidad, agua, etc.) debilitan la economía del país y repatrían mucho más dinero del que inicialmente el país ha recibido.
La entrada de empresas extranjeras que se hacen con la gestión de servicios públicos o de grandes infraestructuras, provoca:
La deuda externa de los países del Sur a menudo es impagable –sólo se pueden cubrir los intereses pero no amortizarlos–, inmoral –porque su pago impide a los gobiernos dedicar dinero para políticas prioritarias (salud, educación, soberanía alimentaria, etc.)–, e ilegítimo –porque se han concedido aún sabiendo que servirían para enriquecer a élites corruptas, para fomentar negocios de empresas transnacionales que expolian recursos, o para actividades militares o policiales de represión de la ciudadanía.
La deuda y la dependencia asociada se utiliza para obligar a aquellos países a aplicar políticas sociales y económicas que debilitarán la administración pública en todos los ámbitos salvo el militar y el de seguridad, y favorecerán su participación en situación de inferioridad en los mercados mundiales. Estas iniciativas perjudicarán a los pueblos y a la sostenibilidad ambiental, pero beneficiarán a las oligarquías y a las empresas transnacionales financieras, de servicios y de producción básicamente de los países enriquecidos.
En la actual crisis de la deuda, en los países del Norte se están aplicando las mismas recetas que se han utilizado durante décadas en los países del Sur. Y probablemente los impactos de estas políticas sobre las poblaciones de unos y otros serán muy parecidos. Ante una misma situación (exceso de endeudamientos privados y públicos), se están aplicando unas “soluciones” (nacionalizaciones de deudas privadas, recortes sociales, privatización de los servicios públicos, etc.) que harán que los impactos negativos recaigan en la clase trabajadora, en las personas en procesos de exclusión social y en el medio ambiente. Y, por otro lado, los sectores que saldrán ganando serán los mismos: las clases propietarias del capital.
Por un lado, la ayuda oficial al desarrollo a menudo crea más deuda externa y, por tanto, más dependencia. Por otro lado, en ocasiones es una forma indirecta de subvencionar empresas españolas, en la medida en la que incrementa sus oportunidades de negocio en los países de la periferia en lugar de favorecer la justicia, los derechos humanos o la autonomía de los pueblos.
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L’ajuda oficial al desenvolupament és una ajuda per als pobles del Sud o per als interessos econòmics del Nord?
El deute extern és una estratègia per augmentar la dependència política i econòmica del Sud envers el Nord?
¿La ayuda oficial al desarrollo ayuda a los pueblos del Sur o a los intereses económicos del Norte?
¿La deuda externa es una estrategia para aumentar la dependencia política y económica del Sur respecto al Norte?
¿Se puede considerar ayuda un dinero que va dirigido a comprar armamento o a privatizar un servicio público y que se quedará en manos de una empresa de un país del Norte?
Mis demandas
· El dinero que tengo ahorrado no tiene que servir para ser invertido en armamento, para especular, o para financiar proyectos con alto impacto ambiental.
· Con mi participación económica en proyectos del Sur no debe fomentarse la dependencia del Norte o el asistencialismo, sino la autonomía y las relaciones igualitarias.
· La ayuda al desarrollo no debe dedicarse a fortalecer empresas de aquí sino a iniciativas de las comunidades del Sur que luchan para modificar estructuras que mantienen la desigualdad.
· Paso los ahorros que tengo de la banca tradicional a la banca ética o a fondos socialmente comprometidos.
· Hago objeción fiscal al IRPF del porcentaje destinado a gastos militares, y lo ingreso en una organización que trabaja por la paz o la justicia.
· Pago la totalidad de los impuestos para fortalecer la administración pública, y marco la opción optativa del IRPF para aumentar el financiamiento de los proyectos sociales.
· Gestiono de manera ética el dinero público (subsidios, pensiones, ayudas, etc.) y tengo en cuenta que pertenece a tota la ciudadanía.
· Los movimientos sociales del Sur y del Norte deben poder conocer y analizar la deuda externa pública para saber si es legítima o inmoral.
· Se debe abolir y repudiar la deuda de los países del Sur cuando su gobierno no puede cubrir las necesidades básicas de la población, cuando ha servido para enriquecer estructuras corruptas o cuando se ha concedido en función de los intereses del país donante.
· Los países del Sur deben poder ser soberanos y tener independencia económica del exterior.
· Entramos como socios en proyectos colectivos de finanzas éticas.
· Pasamos las cuentas corrientes a la banca ética o a fondos socialmente comprometidos, que dan créditos a bajo interés a proyectos sociales y ambientales, y los utilizamos para solicitar créditos cuando necesitamos uno.
· Pedimos transparencia a la banca y denunciamos sus prácticas inmorales y especulativas.
· Gestionamos de manera ética el dinero público (subvenciones, convenios, servicios y actividades) y las donaciones privadas.
Para la aplicación de una fiscalidad progresiva, que hace que pague quien más tiene, y para la reducción de los impuestos planos, los que gravan a todos por igual, para aumentar la fiscalidad de las grandes fortunas y de las transnacionales, para evitar la fuga de capitales del Sur hacia los bancos del Norte, y para la abolición de la deuda externa inmoral e ilegítima.
http://www.jubileosuramericas.org
Para la denuncia de los negocios fraudulentos de la banca, de la influencia que ejercen en la política social y económica de los gobiernos, y de sus vínculos con estados totalitarios, armamento u otros con impactos nefastos en el medio ambiente o en las comunidades.
Idea clave 1: los gobiernos están al servicio de las empresas
«Los gobiernos no están protegiendo a los ciudadanos. Protegen a las empresas. La economía está por encima de los Estados».
Una escena: Una persona muere víctima de un accidente laboral evitable. La empresa no sólo no ha invertido suficiente en seguridad sino que no se hace cargo. La directiva amenaza a una familiar que protesta por lo sucedido.
Tres cuestiones para debatir:
- Las empresas defienden los intereses de la ciudadanía y el de las personas que en ellas trabajan?
- En caso de conflicto con la sociedad civil o con sus trabajadores, ¿qué estrategias —legales o no— utilizan para defender sus intereses?
- Tienen las empresas el mismo poder en los países ricos que en los empobrecidos?, ¿y actúan con la misma impunidad en unos que en otros?
Una realidad por conocer: Cuando los intereses económicos entran en contradicción con los intereses populares y de la clase trabajadora, las empresas defienden los primeros. Especialmente en los países del Sur, el fin puede justificar cualquier medio.
Otra realidad por la que luchar: Las protestas y la presión popular frente a ciertas prácticas empresariales hacen que las empresas se replanteen sus políticas.
Idea clave 2: los países del Sur no pueden reembolsar la deuda
«¿Dónde ha ido a parar entonces el dinero? El país es rico. ¿Por qué las cajas del Estado están vacías?»
Una escena: Las dos actrices retoman la obra y hablan sobre la falta de fondos del país mientras que quien gobierna vive en la opulencia.
Tres cuestiones para debatir:
- ¿El gobierno no tiene suficiente dinero para servicios básicos pero sí para pagar a las empresas que llevan a cabo grandes infraestructuras?
- ¿La responsabilidad sobre la deuda es de de los gobiernos del Sur corruptos o que despilfarran el dinero?, ¿de los acreedores?, ¿o es de ambos?
- ¿Cómo es que los que gobiernan no responden con la fortuna personal que han acumulado sangrando las arcas públicas?
Una realidad por conocer: Debido a la obligación de pagar la deuda, se deja entrar transnacionales extranjeras, se privatiza o se reduce la fuerza de la administración pública. A menudo gobiernos corruptos del Sur sacan provecho personal de este impacto.
Otra realidad por la que luchar: La presión de los pueblos del Sur y del Norte junto con el apoyo de la comunidad internacional impiden que se mantenga gobiernos corruptos en países del Sur.
Idea clave 3: alternativas. Desarrollo de África
«Si no pagamos los acreedores no se morirán. Si lo hacemos seremos nosotros los que moriremos. Los que nos han conducido al endeudamiento han jugado como se juega en un casino. Mientras ganaban no había debate y ahora que pierden exigen el reembolso».
Una escena: El director de la compañía de teatro recita un discurso sobre la deuda externa. Es el que dio Thomas Sankara, presidente de Burkina Faso. Fue asesinado en 1987.
Tres cuestiones para debatir:
- ¿Cuáles son las necesidades que se dejan de cubrir por el pago de la deuda externa?
- ¿Cuándo habría de cancelarse la deuda y cuándo es justo pagarla?
- ¿Quién debería decidir qué deuda externa es inmoral?, ¿los gobiernos del Norte, los del Sur, los movimientos sociales, la sociedad civil, Naciones Unidas, ...?
Una realidad por conocer: Para muchos países el pago de la deuda imposibilita llevar a cabo políticas y servicios básicos esenciales para la población y les deja en una situación de endeudamiento y dependencia permanente.
Otra realidad por la que luchar: Se realiza una auditoría, junto con la sociedad civil, sobre la deuda externa de los países empobrecidos para decidir cuándo no se ha de pagar (ya sea por las necesidades del país o por la manera en la que se concedió) y se abole.
Algunas frases off the record
«Yo quiero ser explícita. A veces hablar claro sirve»
¿Llamar a las cosas por su nombre aunque haya personas que se molesten? Cuando la realidad es dura, ¿es mejor buscar formas suaves?
«Queremos hacer un discurso más estrictamente activista»
¿Se trata de ser radicales en el discurso o de dedicarle energía a la acción?
«Esto está llegando aquí ahora»
¿Es muy diferente la crisis actual que tenemos aquí de la que afecta desde hace años a los países empobrecidos?
«El Sur financia al Norte»
Y cuando el Norte financia al Sur, ¿a dónde va el dinero?
«Utiliza la política como pretexto. Su interés no es la política, es el drama humano»
¿Puede modificarse una realidad no deseada sin hacer política?, ¿tan sólo existe la manera de hacer política de los partidos?
Toda la información sobre ¡No podemos pagar la deuda! en un documento PDF
Pocos vivieron felices, muchas sobrevivían [EdPAC]
Cuento-historia sobre la deuda externa de los países empobrecidos, para personas que no tienen nociones del tema.
Exposición “Deuda externa y otras deudas, una fábrica de pobreza” [ODG].
Diez plafones que pretenden fomentar la reflexión sobre diferentes mecanismos que generan la pobreza, y que se centran especialmente en la problemática de la deuda externa y otras deudas, como la social o la ecológica.
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